sábado, 17 de octubre de 2009

ALCANCES Y LÍMITES DE UN PROYECTO ESCOLAR

Alcances y límites del proyecto escolar

Aun cuando en una escuela se reconozca la multiplicidad de factores que influyen en los resultados educativos de los alumnos, es necesario que se delimite claramente en qué ámbitos la acción coordinada de los maestros efectivamente puede incidir. Es evidente que los problemas derivados del nivel socioeconómico, tales como la desnutrición o el desempleo de los padres, escapan del ámbito de intervención de los maestros.


Tampoco puede esperase que mediante el proyecto elaborado por la escuela se resuelvan carencias materiales o de infraestructura del plantel escolar, como construir mas aulas, una barda o una cancha deportiva, o aumentar el numero de maestros. Aun cuando este tipo de problemas son apremiantes en algunos casos, es necesario reconocer que para su solución no es suficiente el trabajo coordinado y permanente de los maestros o la participación de los padres de familia, sino que es responsabilidad de las autoridades educativas, en sus diferentes niveles. Estos no son, entonces, el tipo de problemas sobre los que debe articularse un proyecto escolar.


El campo de acción de un proyecto escolar lo constituyen aquellos problemas que pueden ser solucionados mediante la acción coordinada de todos los maestros de una escuela: los que tienen que ver con la enseñanza y las formas de organización interna. Aun dentro de estos ámbitos, no puede esperarse que mediante el desarrollo del proyecto se solucionen inmediatamente todos los problemas detectados; establecer un alcance gradual de los objetivos permite que los resultados educativos sean cada vez mejores.


Cuando una escuela trata de encontrar las causas por las cuales de sus alumnos obtienen escasos logros, es muy probable que se concluya con una larga lista de problemas. En términos generales, un proyecto escolar debería graduar objetivos para la atención de los problemas identificados; sin embargo, ya que puede tratarse de diferente naturaleza que impliquen distintos tipos de soluciones o estrategias, es más conveniente que en principio se plantee un proyecto escolar centrado en uno de los problemas identificados.


Es mejor plantear un proyecto escolar sencillo y claro –cuyo desarrollo permita apreciar tendencias de mejoramiento en el aprendizaje de los alumnos en plazo más o menos corto-, siempre y cuando esto no se traduzca en un objetivo que fragmente o este desvinculado de los propósitos educativos de la primaria. Por ejemplo, es posible plantearse “mejorar la comprensión de lectura de los alumnos y su capacidad para escribir textos”, ya que es un objetivo claro, factible mediante la aplicación de estrategias adecuadas, y consecuente, no sólo con el enfoque para la enseñanza de la lengua, sino necesario para el trabajo con todas las asignaturas. Si se proponen “mejorar la letra y la ortografía de los alumnos”, el objetivo es sencillo y claro, pero el problema se reduce en aspectos gráficos y convencionales de la lectura y escritura, y no se atiende el carácter comunicativo-funcional que se destaca en el plan y los programas de estudio.


En la medida en que la consolidación del trabajo colegiado y la habilidad para detectar las causas de los problemas sea mayor, y mejore el diseño y desarrollo de estrategias para alcanzar soluciones, se podrán plantear objetivos más complejos, que contemplen la atención de un mayor número de problemas.




Lo anterior no implica que en un proyecto escolar, de inicio, no pueda plantearse la atención de más de un problema; esto dependerá, básicamente, de las características y condiciones del equipo docente: las escuelas donde se tenga experiencia de trabajo en conjunto tendrán mejores condiciones y, por lo tanto, mayores probabilidades de éxito para desarrollar un proyecto escolar más complejo.


No se busca que las actividades de la escuela se concentren sólo en el o los problemas que sean definidos como fundamentales y se descuiden otras; si esto fuera así, a la larga podrían lograrse mejores resultados en una de las áreas de estudio, pero se enfrentarían a mayores deficiencias en los resultados educativos generales de los alumnos.
Tampoco se busca que el proyecto escolar sea un programa más, al margen de otras actividades. Lo que se pretende es buscar la solución del o los problemas seleccionados mediante un enfoque compartido que articule actividades de enseñanza, de funcionamiento de la escuela y de mejoramiento de otras tareas cotidianas.


Uno de los mayores logros del proyecto es la construcción de formas de trabajo y estrategias compartidas, que si bien incluyen las actividades que, de cualquier manera, realiza cada profesor con su grupo, éstas han sido repensadas, articuladas y enriquecidas en función de la meta común. De esta manera se logra que el aprendizaje de los alumnos encuentre continuidad al pasar de un grado a otro o de un profesor a otro. Debe recordarse que los propósitos básicos en la educación primaria se construyen a largo de la trayectoria de los niños en la escuela.


En resumen, mediante el desarrollo de un proyecto escolar se pretende:

• Resolver el o los problemas que enfrenta la escuela para mejorar los resultados educativos de sus alumnos.

• Articular, en torno a una finalidad común, las principales tareas cotidianas de todos los maestros de una escuela.

• Aprovechar al máximo los recursos con los que cuenta la escuela (entre ellos el tiempo y las capacidades individuales de todos sus integrantes).

• Propiciar la formación en el trabajo de los profesores y directivos, al exigir la búsqueda de soluciones para los problemas detectados.

• Incorporar la autoevaluación como práctica sistemática de la escuela en su conjunto

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